NADIA GRANADOS

Carro Limpio 05_n


CARRO LIMPIO CONCIENCIA SUCIA //////// CLEAN CAR, DIRTY CONSCIENCE

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  • Duración aproximada 1 hora 30 minutos. Esta performance ha sido realizada en varias ciudades: Quebec City /Canadá, Bogotá/ Colombia, Tuxtla Gutiérrez y Guadalajara / México, y NYC/USA.

    HACE PARTE DE LA COLECCIÓN DEL MUSEO DEL BANCO DE LA REPÚBLICA.  

    Esta relación con este carro, es una relación con el patriarcado proyectado por múltiples objetos de consumo que reforzada míticamente por  relatos comerciales emitidos por la televisión, como el resplandeciente brillo de  autos enormes y costosos,  que evoca un poder asignado a lo masculino grandioso, resonante en sus caballos de fuerza, en contraste con el cuerpo que lo limpia, en esta acción en la que aparece una camioneta inicialmente embadurnada completamente de tierra, medio de transporte todoterreno que puede ingresar en aquellos recónditos lugares en los que muchas veces se encuentran cadáveres abandonados. Este vehículo, tipo Pickup, de alto desempeño es conducido por un hombre que por medio de un megáfono realiza un interrogatorio con diferentes tipos de preguntas, como las de los cuestionarios para solicitar una VISA, una beca o un empleo hasta las que haría un marido machista y celoso. Las preguntas son emitidas sin una emoción particular, mientras tanto una mujer  imita una coreografía de  la fantasía sexual del Car Wash , en una precaria versión en la que se despoja de su apariencia feminizada mientras se embadurna de la suciedad extraída del carro mientras un hombre avanza en el interrogatorio,  desde la cabina de la camioneta, al  terminar su tarea de limpieza, el hombre que lo conduce la introduce en el baúl y se la lleva conduciendo hacia un lugar desconocido.

    Esta acción utiliza dos reconocidos clichés para referirse a las identidades binarias de genero, en la que lo masculino alude a la dominación, maquinaria y al abuso y lo femenino a una figura de subordinación, trabajo físico y complacencia silenciosa. La tierra evoca el lugar donde los cuerpos de las desaparecidas son sepultados informalmente, una y otra vez el barro sobre la piel,  al finalizar la acción ella es introducida en el auto y abandona el lugar de la performance, solo queda  la ropa embarrada en el espacio, como los residuos textiles mesclados con fragmentos cadavéricos que se encuentran en las fosas comunes que pueden dar pistas de las desaparecidas.

    Los elementos utilizados: tierra, camioneta, agua, megáfono, trapos y vestuario.

    Alude a la vulnerabilidad en las relaciones de poder mediadas por cuestionarios para hablar de  deportación, ilegalidad, trafico de personas y feminicidios. Un hombre interroga a una mujer que limpia su carro, ella se embadurna de barro mientras se desnuda .

  • Approximate duration 1 hour 30 minutes. This performance has been carried out in several cities: Quebec City / Canada, Bogotá / Colombia, Tuxtla Gutiérrez and Guadalajara / Mexico, and NYC / USA

    This relationship with this car is a relationship with the patriarchy projected by multiple consumer objects that mythically reinforced by commercial stories broadcast on television, such as the resplendent shine of huge and expensive cars, which evokes a power assigned to the grandiose, resonant masculine. in its horsepower, in contrast to the body that cleans it, in this action in which a truck initially completely smeared with dirt appears, an all-terrain means of transport that can enter those remote places where abandoned corpses are often found . This high-performance Pickup-type vehicle is driven by a man who, through a megaphone, conducts an interrogation with different types of questions, such as those of the questionnaires to apply for a VISA, a scholarship or a job, even those that a husband would ask. macho and jealous The questions are delivered without particular emotion, while a woman mimics a choreography from the Car Wash sexual fantasy, in a precarious version in which she sheds her feminized appearance while smearing herself with dirt removed from the car as a man advances. During the interrogation, from the cab of the truck, after finishing his cleaning task, the man driving it puts it in the trunk and drives it away to an unknown place.

    This action uses two well-known clichés to refer to binary gender identities, in which the masculine alludes to domination, machinery and abuse and the feminine to a figure of subordination, physical work and silent complacency. The earth evokes the place where the bodies of the disappeared are buried informally, over and over again the mud on the skin, at the end of the action she is introduced into the car and leaves the place of the performance, only the muddy clothes remain on the floor. space, such as textile waste mixed with cadaveric fragments found in mass graves that can give clues to the disappeared.

    The elements used: land, truck, water, megaphone, rags and clothing.

    It alludes to the vulnerability in power relations mediated by questionnaires to talk about deportation, illegality, human trafficking and femicides. A man interrogates a woman who is cleaning her car, she smears herself with mud while she strips naked.

 

 

QUEBEC CITY/ CANADÁ 2012

Primera versión  presentada en el  Encuentro de performance de Quebec City 2012 . Curaduría por Colombia  Constanza Camelo. 

Con la colaboración de un artista Brasilero radicado en Quebec Henri Louis Chalem quien interpretó al hombre en el carro e improvisó por primera vez el interrogatorio a partir de mis instrucciones. 

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  • Texto en el catálogo del festival  RIAP 17.
    (BIRMANIA Apertura y/o tolerancia. De nosotros mismos, del otro, del tejido y cuerpos políticos) 2012. 

    La noche de clausura de la RIAP 17 edición, dedicada exclusivamente a los artistas birmanos, prometía ser una noche potente en lo que se refiere al arte con reivindicaciones políticas. Con gran entusiasmo esperábamos este país, cuyo nombre evoca varios fenómenos políticos y cuyo exotismo se ve exacerbado por nuestra condescendencia occidental. Sin embargo, mientras ya nos habíamos enfrentado a nuestras propias políticas canadienses que negaban las visas necesarias a algunos de estos artistas, la velada que ya prometía tintes interesantes, de repente cambió de color.

    Siete de los artistas de performance que habían actuado previamente durante las noches anteriores, aceptaron amablemente la propuesta de los organizadores de la RIAP de ofrecer una segunda actuación bajo el lema “Birmania: ¿apertura y/o tolerancia?” El propósito de esta noche fue reflexionar, a través de las diferentes actuaciones, sobre la situación específica de Birmania y cómo se construye este país en nuestra imaginación.

    “Lo personal es político”: este famoso eslogan del feminismo de los años 60 cobra —en este contexto— nuevos significados que no se restringen a cuestiones de género. En nuestros días, –y en realidad podríamos decir lo mismo de los años 60, aunque las feministas hubieran hecho de esta frase su lema– esta consigna no sólo se utiliza para referirse al campo feminista sino, en términos generales, al ámbito social. y campos políticos. Ya que todos los artistas que actuaron esta noche reflexionaron sobre la relación entre lo personal por un lado y lo público y lo político por el otro; este famoso eslogan viene inevitablemente a nuestras mentes.

    NADIA GRANADOS / En cualquier caso, este lema sigue siendo tanto para Nadia Granados como para La Fulminante Roja, un lema feminista. En su práctica, la artista colombiana explora la relación entre la pornografía y la violencia. Viste un cuerpo –el suyo propio– y lo hipererotiza. Al hacerlo, manipula los códigos de los medios y la pornografía. En un contexto latinoamericano tradicionalmente machista, donde el poder masculino sobre los cuerpos femeninos se manifiesta de múltiples maneras, Nadia Granados afirma que habla en nombre del cuerpo de las mujeres latinoamericanas.

    Abriendo la noche, La Fulminante llega al garaje dentro de una camioneta cubierta de lodo. El coche es conducido por un hombre que lleva un megáfono. Caminando con tacones altos, busca un poco de agua jabonosa y comienza a limpiar el vehículo. Realizando las posturas más provocativas frota lentamente el auto, se sube a él, se cubre de barro y agua sucia. En cuanto al hombre del megáfono, se le somete a un riguroso interrogatorio. Desde el principio, la audiencia comprende fácilmente que lo que está leyendo es un formulario de ciudadanía e inmigración de Canadá. Sin embargo, al final de la actuación, el interrogatorio se intensifica y las preguntas se vuelven cada vez más personales e indignantes. La artista –ocupada con su tarea de parte de ella–, no responde a las preguntas. Su espalda de ella está, en este momento, descubierta, y ella se lanza a una guerra para ver quién es más fuerte de ella: ¿Su atractivo sexual de ella o la intransigencia que podemos adivinar detrás del cuestionario?

    Durante un lapso de tiempo de unos diez minutos, y mediante el uso de estereotipos –lo que sería divertido si no fueran tan críticos–, su actuación se ve galvanizada por su propia energía sexual. Esta energía es la esencia de las acciones de Granados sobre ella. Es así como consigue crear un particular malestar en el espectador. Al adoptar esta posición incómoda, nutrirse de lo que critica, convertir el cuerpo femenino en un objeto, Nadia Granados marca la pauta de la velada: También es necesario denunciar las políticas canadienses.

  • Text in the RIAP festival catalog

    “Birmanie Ouverture et/ou telérance. De Soi, de l’autre, du tissu et du corps politiques”

    (BURMA Opening and/or tolerance. Of ourselves, of the other, of the political fabric and bodies)

    2012

    The closing night of the RIAP 17 edition, exclusively devoted to Burmese artists, promised to be a powerful night in regards to art conveying political claims. It was with great enthusiasm that we were waiting for this country, whose name evokes several political phenomena and whose exoticism is exacerbated by our western condescension. Nevertheless, while we had already been confronted by our own Canadian policies that denied the necessary visas to some of these artists, the evening that already promised interesting tinges, suddenly changed its color.

    Seven of the performance artists that had previously performed during the preceding nights, kindly accepted the RIAP organizers’ proposal to offer a second performance under the theme of “Burma: opening and/or tolerance?” The purpose of this night was to reflect –through the different performances—on Burma’s specific situation and how this country is constructed within our imaginations.

    “The personal is political”: This famous slogan of ‘60s feminism takes — in this context — new meanings that are not restricted to questions of gender. In our days, –and actually we could say the same thing about the ’60s, even if the feminists had made this sentence their motto– this slogan is not only used to refer to the feminist field but, in general terms, to the social and political fields. Since all the artists performing this night reflected on the relationship between the personal on one side, and public and political domains on the other; this famous slogan inevitably comes to our minds.

    NADIA GRANADOS / In any case, this motto remains both for Nadia Granados and for La Fulminante Roja, a feminist motto. In her practice the Colombian artist explores the relationship between pornography and violence. She uses a body –her own– and hyper eroticizes it. By doing so, she manipulates the media and pornography codes. In a Latin American context that is traditionally chauvinist, where male power upon female bodies is shown in numerous ways, Nadia Granados claims that she speaks on behalf of Latin American womens’ bodies.

    Opening the night, La Fulminante arrives to the garage inside a pickup truck covered by mud. The car is driven by a man who carries a megaphone. Walking on high heels, she looks for some soapy water and starts cleaning the vehicle. Performing the most provocative postures she slowly rubs the car, she climbs on it, she covers herself in mud and dirty water. As for the man with the megaphone, he is committed to a rigorous interrogation. From the very beginning the audience easily understands that what he is reading is a form of Citizenship and Immigration from Canada. However, by the end of the performance, the interrogation intensifies and the questions become more and more personal and outrageous. The artist –busy with her task–, doesn’t answer the questions. Her back is, by this time, uncovered, and she throws herself into a war to see who is the strongest: Her sexual allure or the intransigence we can guess behind the questionnaire?

    For a time span of ten minutes or so, and by the use of stereotypes –which would be funny if they were not so critical– her performance is galvanized by its own sexual energy. This energy is the essence of Granados’ actions. It is in this way that she manages to create a particular unease within the spectator. By adopting this uncomfortable position –nurturing herself by which she is criticizing, transforming the female body into an object—Nadia Granados sets the tone of the evening: It is also necessary to denounce the Canadian policies.

BOGOTÁ, COLOMBIA 2013

La segunda versión fue presentada en el parque de los periodistas en Bogotá y fue producida por el proyecto Cabeza de Ratón de la Fundación Gilberto Álzate Avendaño. 

Con la colaboración de Mauricio López Arenas quien interpretó al hombre en el carro. 

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  • La acción se desarrolla así:

    En un espacio público reservado previamente ( se necesita gestionar una autorización para espacio público o hacerlo en un espacio privado como un garaje grande ) , entra una camioneta tipo Pickup cubierta exageradamente de barro. Aparece Nadia Granados ataviada con ropa blanca, falda corta, camiseta, peluca negra y tacones. Se aproxima al auto y comienza a lavarlo usando un balde que será llenado con agua durante el transcurso de la acción.

    Mientras tanto, el hombre que conduce la camioneta , usando un megáfono, le hace un interrogatorio preparado previamente aunque en un momento el colaborador debe comenzar a improvisar, basándose en los formatos de solicitud de visa, empleo, becas, etc,  preguntas irónicas y absurdas, o las que puede hacer un marido abusivo a su esposa, o un policía en un interrogatorio, o sicarios en una tortura, como por ejemplo:
    ¿Su nombre? ¿Su apellido? ¿Usted es propietaria o arrendataria? ¿Cuantas propiedades tiene? Aporta a salud y pensión? ¿Cuál es su dirección? Su código postal? Cuantos años de experiencia laboral? Usted pertenece a algún grupo disidente? Le teme a envejecer? De que cosas ha sido capaz por amor? Le gusta arrodillarse? Disfruta de hacer largas filas? Entiende el sentido de la palabra rebelión? ¿A cuánto asciende su deuda de impuestos? ¿Paga renta? ¿Tiene crédito? ¿Cuántos empleos ha tenido? Esta dispuesta a sacrificarse por nuestra empresa? Descríbame su trabajo en 500 palabras ¿Cuál fue su último empleador? Prefiere dar órdenes o que se le diga qué hacer? ¿Está dispuesto a trabajar más tiempo de lo acordado? ¿Cómo se puede demostrar que usted es el mejor candidato? ¿Dónde estaba anoche? Con cuántos hombres se ha acostado? Le gustaría ser golpeada? ¿Esta asustada?¿por que llora?

    A medida que avanza la acción de limpieza y el interrogatorio, ella hace un striptease y escurre el trapo con el que limpia sobre su cuerpo empapándose con agua sucia que sale de el, lanzando cubos de agua sobre el carro y sobre si misma . El carro se va limpiando, ella se va ensuciando más y más. Ella no responde a las preguntas, solo limpia y se embadurna de suciedad una y otra vez. Y poco a poco se va despojando de su ropa, con la que irá limpiando.

    Al final cuando esta desnuda ( o en caso de que no sea posible desnudarse en el lugar cuando queda en ropa interior) , se para enfrente del auto y derrama sobre su cuerpo un último cubo lleno de barro (preparado previamente), luego se acerca al público y les mira a la cara, durante algunos minutos. Regresa frente al auto y se queda allí en silencio. El hombre sale del auto, le pone una bolsa negra, la levanta y la pone en el baúl. Entra al auto lo enciende y desaparece del lugar.

     

  • The action unfolds like this:
    Into a pre-reserved public space, a pickup truck covered in excessive mud goes in.
    Nadia Granados appears dressed in white clothes, a short skirt, a T-shirt, a black wig and heels. She approaches the car and begins to wash it using a bucket that will be filled with water during the course of the action.
    Meanwhile, the man who drives the truck, using a megaphone, asks him a previously prepared questioning, although at some point the collaborator must start to improvise, based on the application forms for a visa, employment, scholarships, etc., ironic and absurd questions. , or those that an abusive husband can do to his wife, or a policeman in an interrogation, or hitmen in torture, such as: Your name? His last name of hers? Are you an owner or a renter? How many properties do you have? Does it contribute to health and pension? What is your address? Your zip code? How many years of work experience? Do you belong to a dissident group? Are you afraid of getting old? What things have you been capable of for love? Do you like to kneel? Enjoy standing in long lines? Do you understand the meaning of the word rebellion? How much is your tax debt? Do you pay rent? Do you have credit? How many jobs have you had? Are you willing to sacrifice yourself for our company? Describe your job in 500 words. What was your last employer? Do you prefer to give orders or be told what to do? Are you willing to work longer than agreed? How can you prove that you are the best candidate? Where were you last night? How many men have you slept with? Would you like to be hit? Is she scared? Why is she crying?

    As the cleaning action and interrogation progresses, she does a striptease and wrings the rag with which she cleans over her body, drenching herself with dirty water that comes out of it, throwing buckets of water on the car and on herself. . The car is getting cleaner, she is getting more and more dirty. She doesn’t answer questions, she just cleans and smears herself with dirt over and over again.
    And little by little she is stripping off her clothes, with which she will clean.
    At the end when she is naked (or in case it is not possible to undress in the place when she is in her underwear), she stops in front of the car and spills on her body a last bucket full of mud (previously prepared), then she approaches the public and looks at their faces, for a few minutes. She walks back in front of the car and stands there silently. The man gets out of the car, puts a black bag on it, picks it up and puts it in the trunk. She enters the car, turns it on and disappears from the place.

 

TUXTLA/ CHIAPAS MÉXICO 2014

 

La tercera versión fue presentada en Tuxtla-Chiapas  por invitación de un colectivo de jóvenes artistas trasnfeministas llamado La Botica, en el Festival Posporno de Chiapas.

Con la colaboración del poeta Antonio Reyes Carrasco.

 

Texto por Felipe Cáceres.

La aspiración ya verificada del exhibicionismo femenino de enseñar cada una de sus partes se ha convertido furiosamente en una categoría más de la industria de la carne. Es una cosa que se sabe: cuerpos-res degollada, horario prime time extendido y familiar. La idea de “lo femenino” independiente de sus determinaciones bio- lógicas (hembra) ha pasado a ser un delicioso alimento, agradable y económico, útil en cualquier circunstancia. Porque ¿qué son las pequeñas escorias del orden al lado de sus voluptuosas ventajas? Escotes, camisetas mojadas, planos en cámara lenta acentuando la curva atmosférica de un seno suave y bien modelado aunque un poco caído, faldas vertiginosamente subidas al borde de la entrepierna cubierta por lencería costosa y sensual, todo esto indispensable para estar a tono con ciertos estatus gráficos, con cierta mundana infantilización del erotismo que segrega a la mujer de una responsabilidad social más amplia. En este universo de euforia sorda, la popularidad enmascara el tugurio. Es una realidad tan profunda que impone a la vida su decorado y sus características, en apariencia, más sanas.

Baste ver la publicidad automotor de los comerciales televisivos. Una representación casi de guiñol se abre paso con clichés irreales, “más caballos de fuerza, más poder”. El carro es masculino y mitológico (imágenes de tornados y de relámpagos que deja a su paso, él es el tornado y el relámpago, todos los caballos y toda la fiereza) adquiriendo un valor de virtud soberbia e inútil sólo por la publicidad que se le confiere y por el capricho de ostentación triunfante, sofística, con altas dosis de fanfarronería cinematográfica que bien puede servir como portada para un catálogo de salchichas: “lleve su perro caliente que sube montañas.” Es un relato gnóstico de la fusión entre mecánica y naturaleza, de antropomorfismo sexual y siniestro que se manifiesta en los shows públicos que dispone para su limpieza.

Nadia Granados utiliza el kid de lavado –agua, una cubeta, un trapo, su cuerpo lentamente desnudado– y el carro mismo, a secas, que va formulando preguntas sutilmente agresivas usadas para la solicitud de visas, becas o entrevistas de empleo. El organismo humanizado de este vehículo adquiere todas las características del amo dominante y abusivo. La mulata latina lo limpia con el trapo sin decir una palabra de vuelta, operándose poco a poco en ambos un intercambio de flujos: la pureza de su piel se traslada a la acerada capa del vehículo hasta dejarlo en estado de gracia, mientras su propio cuerpo va enfundándose con la costra negra de la mugre quitada. Es uno de esos actos simples de tragedia mágica: transustanciación de los espíritus de la apariencia en donde la suciedad natural del auto empantana la belleza, la deforma, roba su esencia para adquirir un brillo de tapicería y un acabado de porcelana.

Nadia ha conseguido esta vez una figura completa. Su franqueza no se detiene púdicamente en ningún umbral ni en retóricas feministas autoproclamadas. La sugestión que provoca no es de ornamento. Es de hecho un rasgo constitutivo del arte de acción, abrir una cicatriz de imagen donde antes no había más que prejuicio, sin necesidad de Larousse que ilumine la metáfora.

Presentado en el festival RIAP en Québec (Canadá) durante el 2012, y luego como parte del proyecto Cabeza de ratón de la fundación Gilberto Alzate Avendaño, en Colombia, 2013, ganador además de la beca Franklin Furnace para creadores, en New York, Carro limpio, conciencia sucia es un retrato alusivo de aquella condición de inferioridad en la que todavía están las mujeres bajo relaciones jurídicas estereotipadas: el hombre sojuzga a la mujer reduciéndola a un mero órgano cardiaco, que bien puede ser compensado de las vejaciones recibidas siendo complaciente con el hombre-macho. Muchas latinas jóvenes se ven sometidas a cuestionarios-interrogatorio que nada tienen que ver con sus cualidades o sus calificaciones aprobadas, como si en lugar de una entrevista de trabajo se tratara de ir al ginecólogo, como si se postulara para ellas una condición parasitaria, una libertad aislada bajo la mirada exterior del hombre, desexualizándola.

 

GUADALAJARA. MÉXICO 2015

 

La cuarta versión fue presentada en Guadalajara producida por un espacio independiente de performance llamado NIGREDO LAB. Con la participación de Gilberto Izquierdo como el hombre que hace el interrogatorio desde el carro. 

 

 DESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN

Un hombre en un carro totalmente cubierto de barro hace una serie de preguntas por medio de un megáfono a una mujer que  limpia el carro,  mientras hace un striptease y se baña en el agua sucia que sale de el . Al final desnuda se acerca al publico mirando a cada uno a los ojos, luego se para frente al carro, sale el conductor quien pone una bolsa negra  sobre ella, la levanta y la mete en el baúl del automóvil y se marcha.

REQUERIMIENTOS

Baldes con agua y una manguera que traiga agua hasta el lugar de la acción o un colaborador que la traiga. Se gastan mas o menos 20 baldes llenos, pero debe tenerse acceso seguro a uso de agua en el lugar.

Un asistente.

Vestuario Blanco, ropa barata pantaloneta y camiseta o algo así. Tacones blancos.

Un hombre que conduzca el carro, debe ser un actor o un artista de performance, se le dará una lista preparada con muchas preguntas, pero debe ser capaz de improvisar en su estilo.

Un megáfono,  Permiso para hacer la acción en un espacio público. Un carro blanco, preferiblemente grande, previamente se debe embadurnar con tierra negra. En esta ocasión me gustaría experimentar embadurnarlo con sangre animal. El carro “prótesis de poder sexual” evoca la magnificencia de ciertos personajes que lo utilizan como forma de autoridad. En este performance confluyen  situaciones que invitan a pensar las relaciones de dominación que se dan en la sociedad contemporánea.

El interrogatorio se elabora a partir de preguntas utilizadas para la solicitud de visas, becas o entrevistas de empleo, y otras que reflejan agresiones sicológicas y sexuales contra las mujeres:

¿Cuál es su nombre? ¿Y su apellido? ¿Dónde vive? ¿Usted es propietaria o arrendataria?
¿Cuántas propiedades tiene?¿Está afiliada a salud y pensión?¿Cuántos años tiene de experiencia laboral?¿Usted pertenece a algún grupo disidente? ¿Le teme a envejecer?¿De qué cosas ha sido capaz por amor? ¿Le gusta arrodillarse?¿Disfruta hacer largas filas? ¿Entiende el sentido de la palabra rebelión? ¿A cuánto asciende su deuda de impuestos? ¿Paga renta?¿Tiene crédito? ¿Cuántos empleos ha tenido? ¿Está dispuesta a sacrificarse por nuestra empresa?
¿Dónde estaba anoche? ¿Ha sufrido de enfermedades venéreas? ¿Sífilis? ¿SIDA? ¿Gonorrea? ¿La maternidad obligatoria es un castigo de dios? ¿Qué hace en la calle a esta hora vestida de esa manera?
¿Por qué se viste de forma provocativa? ¿Quiere seducir a alguien?
¿Le gustaría ser violada?
¿Con cuántos hombres se ha acostado? ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué llegó tarde anoche? ¿Le gusta verme de mal genio? ¿Le gustaría ser golpeada? ¿Está asustada? ¿Cuantos kilos de peso perdió esta semana?

…la obediencia y la abnegación es silenciosa frente a quien tiene el poder de decisión sobre la vida de una persona, frente al amo, frente al marido, frente al gobierno, frente  a la autoridad…

NYC. USA 2015

La quinta versión fue presentada en el parqueadero de el centro cultural Clemente Soto en NYC, gracias a la beca Franklin Furnace  2013. En esta ocasión me colaboró el artista de performance estadounidense Larry B. Bogad.

Colombian performance artist Nadia Granados presents “Carro Limpio, Consciencia Sucia (Clean Car, Dirty Conscience).” The artist washes a car covered with mud, pouring the water over both the car and herself. She cleans the car while doing a striptease as a man inside the car interrogates her using a megaphone. This interrogation is a series of abusive questions, simulating an interview for a visa to the United States; personal, intimate, and sexual.